El poder de las palabras que diriges a tus hijos.

La palabra es el instrumento esencial del tratamiento anímico. Las palabras son, sin duda, los principales mediadores del influjo que un hombre pretende ejercer sobre los otros; las palabras son buenos medios para provocar alteraciones anímicas en aquel a quien van dirigidas y por eso ya no suena enigmático aseverar que el ensalmo de la palabra puede eliminar fenómenos patológicos, tanto más aquellos que, a su vez, tienen sus raíces en estados anímicos.

Las palabras que hemos escuchado en la infancia no caen en vacío, esto descubrió Freud, nos entran, nos constituyen, nos determinan a través de ese enigma absoluto que es lo inconsciente..

“El inconsciente es ineluctable ” /J.Lacan

Debido a este fenómeno, es importante cuidar las palabras y los mensajes que damos a nuestros hijos y las personas de nuestro entorno, en psicología es conocido a esto con el nombre de introyectos, los cuales son mensajes negativos, v.g. no sirves para nada, lo primero que te digo y lo primero que haces, sino lo vas hacer bien mejor no lo has, entre otros.

Muy diferente es el fenómeno de las iternalizaciones, las cuales se caracterizan por mensajes positivos, reconociendo los logros de quienes nos rodean. Para una información más amplia del tema, síganos en nuestros próximas entradas.

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